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El 8 de marzo se ha celebrado el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también llamado Día Internacional de la Mujer. Este día conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
En 1993 la ONU decretó el 30 de enero como el Día Mundial de la No Violencia. Coincidiendo con el aniversario del gran pacifista Mahatma Gandhi se conmemora esta jornada de reflexión en torno la paz en la totalidad del planeta. A un nivel colectivo, los motivos de los actos violentos son y han sido varios a lo largo de toda nuestra historia.
Con el otoño llega el momento de reprender nuestras rutinas anuales. El trabajo, las responsabilidades, los compromisos… vuelven de nuevo tras un periodo estival que teóricamente ha servido para desconectar, pasar buenos momentos junto a los más cercanos; en definitiva, pasarlo bien. Pero, ¿realmente hemos sabido desconectar en nuestras vacaciones?
Saborear un buen libro no tiene precio. Esta semana se conmemora el Día Mundial del libro, así como una de las fiestas más populares en Cataluña en la que las parejas se intercambian rosas y libros con el objetivo de fomentar uno de los hábitos más sanos que hay: el de la lectura.
La astenia primaveral está considerada como un trastorno estacional propio del inicio del buen tiempo. Los cambios horarios, el aumento de las horas de luz, y la modificación de algunos hábitos pueden contribuir a la aparición de este cambio en el estado anímico.
Violencia de género, torturas policiales, guerras, abusos a menores… Desgraciadamente nuestro mundo está lleno de signos de violencia. A gran y a pequeña escala cada día se cometen numerosos actos violentos en todo el planeta.
El 26 de noviembre de 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que el 20 de febrero de cada año se celebre el Día Mundial de la Justicia Social. La celebración de este día tiene que apoyar la tarea de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el trabajo pleno y decente, la igualdad entre sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social por todos.
Conseguir la tranquilidad de espíritu a veces implica aceptar: aceptar las carencias, los vacíos, la tristeza y el miedo a que todo se derrumbe en cualquier momento. Porque como seres humanos somos frágiles e inseguros.
Este viernes, que es el Día Internacional de la Familia, hay que recordar que la familia es un conjunto de relaciones interpersonales particularmente intensas: entre parejas, entre padres e hijos, entre miembros de diversas generaciones. Suele ser una institución basada en el amor, en el sacrificio de lo personal y en el cultivo de los valores.
Hace unos meses, en el funeral de la hermana de mi padre, Maruja, volvimos a encontrarnos “desgraciadamente” mi familia paterna. Su historia acompañó mi niñez y mi juventud durante muchos años.
A pesar de que vivimos en el lado privilegiado del planeta, la crisis económica, política y social que estamos viviendo ha hecho aflorar las graves carencias de igualdad y justicia social que sufre nuestra sociedad. Una sociedad que protege a los que ‘tienen’ y pisa continuamente los derechos fundamentales de los que ‘no tienen’.
No quiero que las limitaciones me frenen. No quiero perder la esperanza en la vida, en el amor. Y si como dicen es mejor decirlo en positivo. Quiero pensar que mi día a día tiene sentido.