(Blog) Alegría
Mejor un poco de alegría porque en estos tiempos del año, con la disminución de las horas de sol y el cambio horario, para mí son los peores del año. Y además, estos días de lluvia y menos luz aún, se pone uno depresivo.
Escrito por: Fèlix Rozey
Es el momento de leer a Groucho Marx o a Woody Allen o de ver películas divertidas, porque si no, no saldría uno de la cama. Ya es adecuado que uno de estos días sea el día de los difuntos. Por lo menos venden panellets, que te endulzan la vida. Y un poco de vino dulce tampoco hace daño. Este año comeremos las castañas con frío, que es de agradecer porque comérselas con calor no apetece nada. Así que del frío no me quejo, que después de estos veranos eternos ya va bien.
No podemos dejarnos vencer por los elementos. Como dice Anthony Robbins, uno de los gurús de autoayuda, cualquier día es bueno si estamos sobre el suelo y no debajo de él. Ayer me cruzaba con un anciano que pasaba debajo de su paraguas que me decía “¡Buenos días! ¡Y hoy más que nunca!” No podemos dejarnos llevar por la política, la economía, el medio ambiente, etc, y hemos de disfrutar de un día que aún tenemos la suerte de vivir.
Queremos vivir con una sonrisa en la cara, con un muelle en el paso y no es tan fácil. Pero mientras no te rindas no estás derrotado. Miro al cielo cubierto y procuro sonreír como cuando me había hecho daño y mi abuela me decía “¡Sonríe!, ¡te dolerá menos!”. A mal tiempo buena cara, dicen.
Después del luminoso verano viene el oscuro otoño y todo el mundo lo nota. Quien puede se marcha a lugares más alegres. Nosotros, pobres urbanitas, nos tendremos que consolar tapándonos con una manta y mirando una película en la tele. O haciendo más cosas que nunca, aunque sea algo tan aburrido como hacer arreglos en la casa y tirar cosas que sobran de un cajón. La cuestión es no dejarse llevar por la maldita depresión o centrar la atención en problemas reales o imaginarios.
Así pues, os deseo momentos de entusiasmo y alegría y que nos acostumbremos cuanto antes a la oscuridad que como en una novela de Tolkien, parece extenderse por el mundo. Y pensemos en la futura primavera. Como dicen los sabios “esto también pasará”.