(Blog) Revoluciones
Un día de 1955, una orgullosa mujer negra se negó a ceder el asiento que ocupaba a un blanco en un autobús cuando se le exigió legalmente que así lo hiciera. Aquel pequeño acto provocó la de “Dios es Cristo”. El movimiento negro por los derechos civiles y en contra de la segregación que sufría su raza se despertó. Las personas de color exigieron sus derechos. Rosa Parks cambió el mundo.
Escrito por: Fèlix Rozey
Una monja albanesa de 40 años que daba clases a niños de familias ricas de Calcuta se encontró una mujer enferma en la calle que le pide su ayuda. La lleva a varios hospitales donde se niegan a atenderla porque era una paria, una intocable. Finalmente la lleva a su casa donde murió en sus brazos. A partir de aquel momento, la Madre Teresa iba a cambiar las cosas.
Leo sobre una niña sueca, Greta Thunberg, que en agosto de 2018 empezó a sentarse delante del Riksdag, el Parlamento sueco, cada día durante varias horas con un cartel donde ponía “huelga estudiantil por el clima”. Protestaba porque el gobierno sueco no cumplía los acuerdos que se habían firmado sobre el cambio climático. Greta convocaba a los niños a una huelga de un día a la semana para que se actuara ya contra el calentamiento global. Unos meses después, el movimiento se ha extendido a muchos países y sigue creciendo. Greta, además, había sido diagnosticada de Síndrome de Asperger, de trastorno obsesivo compulsivo, de TDAH (trastorno de hiperactividad) y de mutismo selectivo.
Alucino con lo que puede hacer una persona. Como Rosa Parks, como la Madre Teresa, una niña sueca ha desencadenado un movimiento que ha tenido repercusión mundial.
Si estas personas han hecho tanto, quizás nosotros, las personas con trastorno mental, también podamos cambiar las cosas. Quizás podamos hacer que el estigma sea historia o quizá podamos tener influencia en la sociedad para que nuestra voz sea escuchada y no dividan a la gente entre normales y raros (¿Quién no es raro?). Quizá podamos abrir la mente de la gente para que los diferentes también sean considerados ciudadanos de pleno derecho.
El racismo está vivo. Millones de personas no tienen tratamiento médico y mueren de inanición. Las empresas se pasan el cambio climático por el forro. La lucha continúa. La nuestra también. Queda mucho por hacer. Por eso necesitamos que haya gente como Greta Thunberg que siga alzándose y exigiendo que las cosas cambien.
¿El Capitán América, Spiderman, Capitana Marvel? Tonterías. ¡Una sencilla niña sueca sí que es una superheroína!