(Blog) El Día Mundial Sin Tabaco
En un día como este contra el tabaco, quiero recordaros un dato terrible. Cada año mueren en España sesenta y tres mil personas por causa del tabaco. Es como si cada día se estrellara un avión con ciento setenta y dos personas a bordo sin supervivientes. Horrible ¿verdad?
Escrito por: Fèlix Rozey
Y pese a que en cada paquete de tabaco que venden pone que el tabaco produce la muerte y no sé cuántas cosas más, te sientas en la terraza de un café y te encuentras rodeado de personas que fuman. Incluso entré en un pub y encontré que la atmosfera era irrespirable. Se habían puesto todos de acuerdo en fumar.
Es curioso, el ser humano. Hay personas que, pese a que las pruebas empíricas demuestren que una cosa es mala, practican esta cosa. Es el sentido común inverso. Las propias personas actúan contra sus propios intereses. Como las personas que pesan ciento treinta quilos y se comen un pastel enorme. Van directos a la diabetes (que es terrible).
Pero somos como somos. Todo el mundo piensa que el cáncer de pulmón le tocará a otra persona. Fumamos y creemos que tenemos una esperanza de vida de cien años. Y decimos que los médicos ya encontraran una solución. A nosotros no va a pasarnos nada. ¡Con lo listos que somos! Y con nosotras, las personas con trastorno de salud mental, aún es peor. No controlamos nada el consumo.
Ayer me dijeron que un conocido había muerto de cáncer de pulmón. Tenía un trastorno de salud mental y fumaba. Se veía venir. Y muchas personas que ahora fuman piensan que a ellos no les pasará. Y para un observador es una cosa que se veía venir.
Y la realidad es que en este momento hay en la comunidad más recursos que nunca para dejar de fumar. Puedes ir al ambulatorio y te ofrecen ayuda para dejarlo. Y parece que lo que más daño hace es la combustión de los cigarrillos. Puedes vapear, (estos aparatos que utilizan vapor de agua) con una dosis de nicotina que calma la ganas de fumar y te ahorras la combustión. Hay libros para dejar de fumar. ¡Hay muchas soluciones!
Y lo más importante: querer dejarlo y caer del limbo que nos hace creer que a nosotros no nos pasará nada. Porque ¡sí que nos pasará!