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El día catorce de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Esta de dar sangre es una tarea imprescindible para la vida y el bienestar de muchas personas necesitadas. La donación de sangre tiene que ser constante. Se necesitan en Catalunya unas mil donaciones de sangre al día.
Uno de los principales problemas que puede tener una persona con problemas de salud mental es pasarse en día en la cama. Abandonar. Especialmente entre las personas con esquizofrenia es un problema grave. Y salir de la inmensa apatía que nos domina no es una tarea fácil. Pero es lo que tenemos que hacer. Esta apatía la lleva incorporada nuestro trastorno.
Es evidente que finalmente y después de muchos años de lucha, llegan victorias. Después de cartas a la prensa, de un sinfín de programas de radio, de una movilización numerosa y dedicada, la salud mental comienza a estar en la agenda de organizaciones económicas y políticas.
Mònica, una amiga de forma parte de la compañía de teatro Brots de Pallapupas, me dijo que han trabajado en la obra de teatro “Cenas de etiqueta”, en que luchan contra el estigma que padecen las personas con problemas de salud mental. Desde hace varias semanas la presentan en el local que la compañía tiene en la calle San Germán, cerca de la Plaza de España en Barcelona.
Ha muerto George Michael. El mismo año que han muerto Prince, Keith Emerson, David Bowie, Greg Lake y Leonard Cohen. Para las personas de mi generación todos ellos eran auténticos ídolos.
Recuerdo que leí sobre un grupo de judíos que fueron expulsados de la Alemania nazi antes de la guerra mundial. Fueron expulsados a Polonia y los polacos tampoco los querían. Así que los dejaron en una especie de tierra de nadie entre los alambres de unos y otros y no los dejaban entrar en ninguno de los dos países. Sin alimentos ni nada. Y hacía mucho frío. Allí fueron muriendo. Aquello no era todavía “la solución final” hitleriana, pero se parecía.
Este es un mundo cruel. Vemos a la gente sin hogar, a los que piden limosna, a los inmigrantes que viven como pueden. Vemos a los refugiados abandonados, a les niños que viven en la pobreza extrema, a la gente que pasa hambre. Vemos a los niños con cáncer, las salas de los hospitales llenas de gente que tiene problemas de salud. Decía un compañero que el mundo es tan cruel que delirar es lógico.
Desgraciadamente, en este mundo, no todo es comprensión y buenos sentimientos. En los años que llevo en el activismo en salud mental, he encontrado gente que lo que quiere es que nos encierren en una institución y tiren la llave. Encuentras incluso artículos en la prensa de personas que piensan así.
Durante muchos años he ido a un centro de día. Es verdad que los últimos años sólo iba una hora a la semana a una terapia de grupo. Al principio iba toda la mañana cada día. El cambio que introdujo en mi vida fue radical. El compromiso de estar allí a primera hora de la mañana ya significó una mejora. En aquellos tiempos hacer cualquier cosa me costaba muchísimo. Y para mí, que soy un animal nocturno, llegar al centro de día a primera hora de la mañana parecía ir en contra de toda mi personalidad. Pero aquello puso orden en mi vida. He pasado demasiado tiempo durmiendo a cualquier hora para no darme cuenta de las ventajas que hay en estar despierto cuando los otros están despiertos.
¿Quién de nosotros, los que padecemos un problema de salud mental, no hemos tenido la tentación de dejar la medicación, dejar de ir al psiquiatra y decirnos a nosotros mismos “Ya estoy curado”?
Estoy leyendo un libro del doctor David R. Hawkins que se titula igual que mi artículo. "Dejar ir, el camino a la liberación". Un libro que encuentro muy interesante y que quiero comentaros.