(Blog) La importancia de tener una pasión
¿Qué es la vida sin pasión? ¿Podemos vivirla y disfrutarla plenamente sin ella? No hablo de una pasión carnal por alguien aunque, evidentmente, también son fuente de goce y nos hacen entenderlo todo en otra clave más intensa. Ahora me refiero a las pasiones por las cosas, en aquello que realmente nos gusta hacer; para los más afortunados, quizá hasta su profesión. Para otras, una actividad que nos encanta y a la cual dedicamos gran parte de nuestro tiempo libre. Yo, en un ejercicio de egocentrismo, me centraré mayormente en la mía a lo largo de estas líneas.
Escrito por: Marta Abad
No fue hasta fuerza tarde, quizás cerca de la mayoría de edad, que descubrí todo lo que me aportaba leer, sobre todo, novelas. En mitad de mis dificultades vitales y mi sufrimiento, abocarme en aquellos libros de los cuales me habían hablado o que había encontrado en mis visitas en la biblioteca, representaba un modo de desconexión a mi alcance, sano, inacabable, encantador y, a veces, adictivo. Poniéndonos en contexto, tenemos que tener en cuenta que, por aquellos años, internet todavía era un embrión y poco más habíamos oído hablar. El tiempo en soledad (forzada o buscada), pues, se mataba con otras actividades.
Por cosas de la edad, en aquel momento centré en los clásicos o los iconos de la literatura moderna, en mí había un tipo de ademán forzado fruto de las influencias y cierta carencia de personalidad. Aun así, disfrutaba leyendo, era capaz de pasar horas y hojas sin cansarme, casi olvidando el mal del alma.
Desde entonces, habiendo pasado más de 20 años, los libros me siguen acompañando cada día. Es verdad que, en alguna época, los he traicionado haciéndoles menos caso del que merecían; por suerte, han sido periodos cortos, demasiado por tan solo recordarlos. Mis mochilas, siempre a las espaldas fuera de casa, han cambiado pero siempre ha habido un libro para acompañarme en los trayectos de transporte público, en las esperas, en las pausas... etc. Para que entendáis la fidelidad y el amor que les tengo, os diré que controlo cuando me acabaré uno para no quedarme sin lectura a la vuelta a casa. Y, por supuesto, siempre tengo una lista de deseos, de títulos pendientes de leer que me esperan en las bibliotecas.
Más allá de un hobby, podría decir que leer me ha permitido no sucumbir, me ha enseñado mundos nuevos, me ha acompañado cuando no era capaz de encontrar la manera de compartir con otras, me ha enseñado que siempre hay un espacio íntimo para sentirme aislada pero, a la vegada, mecida y a gusto... Y algo también importante, me ha mostrado otras cosas bellas que ahora también estimo: el lenguaje en sí mismo, los idiomas, la psicología. No puedo sino dar gracias a las palabras y a aquellas que las juntan con destreza para hacer historias, relatos o conocimiento. Gracias infinitas.