Esta web utiliza cookies propias y de terceros para obtener información de sus hábitos de búsqueda e intentar mejorar la calidad de nuestros servicios y de la navegación por nuestra web. Si está de acuerdo haga clic en ACEPTAR o siga navegando.

Aceptar cookies

(Blog) ¿Año Nuevo 2021?

toleranceLo admito, soy de aquel tipo de personas repelente poco amantes de las fechas señaladas; más concretamente, no celebro ninguna si no es porque le haga especial ilusión a alguien a quien quiero. No es porque me dé miedo o vértigo hacer años, ni porque tenga algo en contra de intercambiar libros (la lectura es mi pasión y tabla de salvamento), ni porque odie el significado primigenio de la Navidad; nada de esto. Más bien, considero que los motivos de celebración y joya pueden encontrarse en el día a día cuando se vive con conciencia y a sabiendas de valorar aquello de bueno que nos llega.

Escrito por: Marta Abad

Con esto, no quiero decir que piense que quienes celebran ciertas efemérides o festividades sean tontos, ¡ni mucho menos! Simplemente, que mi filosofía de vida es otra. Si bien, como apuntaba antes, me he reunido con amigos o familiares en fechas señaladas para ellos porque sé que lo¡es genera un placer de comunidad que, por otro lado, a mí no me causa perjuicio, simplemente, me da pereza y/o no le encuentro el sentido.

Dicho esto, querría hablar de los propósitos de año nuevo. Como a buen seguro habréis deducido de las líneas anteriores, yo no tengo. Es decir, mis propósitos son o bien vitales o bien diarios/semanales. ¿Por qué tengo que esperar a que acabe un año y empiece otro para llevar a cabo aquello que pienso que me puede hacer bien? Yo lo viviría como procrastinación y, de hecho, cuando lo he llevado a la práctica, cada vez se me hace más pesada la carga de aquello que permanece sin hacer.

Este año, como ningún otro anterior desde que tengo conciencia, los deseos de muchos es ver finalizar el 2020. Ahora bien, ¿creemos que el 1 de enero de 2021 pone final a la distopía que estamos viviendo este año con la Covid-19? ¡No! Es más, está en nuestras manos conseguir que los estragos que el virus ha provocado no sean todavía más graves y perdurables en el tiempo. ¿Estamos dispuestos, pues, a hacer un último esfuerzo durante unos pocos meses? En cualquier caso, llevo años pensando que cada cual tiene que vivir consigo mismo y con su estado de conciencia hacia sus actos a lo largo de la vida. Es por eso y por el amor que intento profesar al prójimo que hago acto de conciencia prácticamente a diario para repasar aquello que pienso que he hecho mal provocando dolor en los otros o ignorando su sufrimiento personal.

Seas de los que, como yo, tengas objetivos diarios o esperes a final/inicio de año para sentarte contigo mismo y esbozarlos, te invito a que no dejes pasar el tiempo para llevar a cabo aquellos proyectos, acciones o planes que te hacen crecer, que te generan bienestar, alegría, satisfacción o cualquier emoción o sentimiento positivo. Aunque a veces nos olvidamos, la vida es efímera y, desgraciadamente, para hacer realidad algunos proyectos, no tendremos una segunda oportunidad. Anímate, lánzate, no veas el impedimento sino la capacidad y la potencialidad, escucha tu corazón y tu cabeza, y no (tanto) los consejos de otros porque ellos/ellas no vivirán tus auto-reproches por no haber hecho aquello que tanto te ilusionaba. Con esto no quiero decir que tengamos que perder el contacto con la realidad y comprometer nuestra estabilidad vital y/o mental, esta es fundamental.

Os pondré un ejemplo real. Ya no recuerdo cuántos años llevo diciendo que haré mi segunda carrera universitaria de aquello que realmente me apasiona, la psicología, o que intentaré leer Charles Dickens en inglés. ¿Cuáles son mis excusas para no ponerme? “Solo es ocio, me tengo que centrar en el trabajo o a buscar si no tengo”. “No seré capaz de mantener el ritmo”. “No tiene sentido hacer una carrera en tantos años como necesitaría”. “No tiene sentido dedicar tanto de tiempo a algo que no será nunca mi profesión”. “No entenderé el inglés de Dickens porque nunca antes he leído los clásicos en versión original”. Fijaos cómo de potente es la mente para boicotearnos. Es difícil entender de donde viene esta parte nuestra tan destructiva dado que no nos ayuda a “sobrevivir”, por así decirlo; pero si analizamos bien dentro de nuestro corazón, llegaremos a entender los motivos.

Sea como fuere, usamos cualquier excusa o motivación para ser los conductores de nuestra vida sin falsas limitaciones autoimpuestas, tratamos de aportarnos todo aquello bueno que nos genere alegría y, si es posible, también genere a aquellos que nos rodean. Estoy convencida de que con una conciencia limpia y un corazón alegre la vida nos es más fácil de llevar y más digna de ser vivida.

¡Mis mejores deseos para vosotros ahora y siempre!

¿Dónde estamos?

c/ Bac de Roda, 149
T. 93 303 50 97


Avinguda Josep
Tarradellas, 19-21
T. 93 289 24 30


c/ Indústria, 50
T. 93 210 24 19

Contacto

Oficinas Centrales
T. 93 452 04 67


Horario de atención
L-J 8.00-13.00h y 14.00-17.00h
V: 8.00-14.00h
Clubs Sociales de L a V de 14.30 a 19.30h


joia@fundaciojoia.org

delegacioprotecciodades@fundaciojoia.org