(Blog) Un día
Un día comienzas haciéndote más preguntas de las necesarias. ¿Si cambio de canal durante un partido de fútbol, influiré en el resultado? ¿Si veo un camión de reparto de la Coca-cola (la ilusión de vivir) tendré un día más que bueno? ¿Si lees en el periódico un titular ambiguo, se estará refiriendo a mí? Sí, un día te pasa esto y ya no hay vuelta atrás.
Escrito por: Juan Jodar
Un día sales a la calle y te parece que eres el centro de atención de los demás, o que los demás se ríen de ti. Y prefieres quedarte en casa, en tu cueva, leyendo un libro sobre Jesucristo, o viendo las noticias de la tele que te lanzan mensajes subliminales, todos referidos a ti. Parece como si tú controlaras el mundo, como si fueras el centro de todo. Y si lo controlas, tal como está el mundo hoy en día, es que eres un inepto, o peor aún, un dios en minúscula. Sí, un día te ocurre algo de esto, y ya no hay vuelta atrás.
Comienzas yendo a un psiquiatra: trastorno esquizoide. Al tiempo vas a otro y ya es esquizofrenia, y depresión, y ansiedad, y la medicación te tiene todo el día somnoliento, o con agitación en las piernas, o la lengua se te traba. Y quieres dejar las pastillas, incluso a escondidas, pensando que quizás estén haciendo pruebas contigo. Una cobaya vamos. Y visto todo lo anterior te vienen las ideas suicidas. Tu familia quiere ayudarte pero a veces no comprenden del todo. De tus “amigos” cada vez sabes menos, o nada. Sí, un día te ocurre todo esto y ya has entrado en el mundo del trastorno mental. Y desgraciadamente, o quizá afortunadamente, ya no hay vuelta atrás.
¿Afortunadamente? Quizá sí. Encuentras otros amigos más auténticos. Tu familia quizá esté un poco más unida. Indagas más en tu interior y alcanzas una cierta “sabiduría”. Aprendes a estar a solas contigo…
Yo ya no tengo vuelta atrás, pero sinceramente, tampoco lo quiero.