(Blog) Obsolescencia programada
Acabo de tener un pequeño disgusto, pero muy significativo. Os cuento. Hace unas semanas me compré un reloj sencillito (30€) en unos conocidos almacenes donde te devuelven el dinero si no estás satisfecho, de una conocida marca de relojes y calculadoras científicas.
Escrito por: Juan Jodar
Pues bien, a los 20 días de uso va y se le cae un botón. Sí, sí, uno de los cuatro botones no estaba y ni siquiera me había dado cuenta. Quedé con un amigo y fuimos a Pl. Catalunya a reclamar. Pero como ya lo había usado, ni me lo cambiaban por uno nuevo, ni me devolvían el dinero. O sea, un bien por el que había pagado mi dinero para que me dure un tiempo razonable está estropeado de fábrica y te lo tienes que comer.
Otro ejemplo: A mi hermana se le rompió una piececilla de plástico de su batidora, pero al ir a reclamar le dijeron que tenía que cambiar el pie entero pese a que estaba en perfectas condiciones. O a mi madre, que al rompérsele el anillito de la correa de su reloj le hicieron comprar la correa entera, la broma le salió por 14€.
Por todo esto digo: ¡basta ya! Basta ya de artilugios que se rompen justo cuando acaba la garantía, o de electrodomésticos nuevos que hay que cambiar porque la reparación cuesta más que uno nuevo. No podemos permitirnos este despilfarro; por nuestra economía, ahora más precaria, pero tampoco por el planeta. Este afán de consumo es demencial.
Seguramente si todos hiciéramos bien nuestro trabajo y no empleásemos malas artes no haría falta cambiar cada poco los bienes de consumo. Todo iría mejor y la misma velocidad de recambio de un producto por haberse superado tecnológicamente y no por su mal funcionamiento haría que se mantuvieran los ritmos de renovación adecuados. Y de paso aseguraríamos el correcto funcionamiento del sistema económico en el que, para bien o para mal, estamos inmersos.