(Blog) Día Internacional de la Mujer
Queda mucho por hacer. En algunas culturas todavía se concibe a la mujer como un ser inferior, en otras épocas hasta sin alma, no permitiéndosele tener una vida social y educativa equiparable a la del hombre.
Escrito por: Juan Jodar
En los países subdesarrollados se las casa aún siendo niñas de 10 o 12 años, en otros todavía se practica la ablación de clítoris, en otros se secuestran jóvenes de los internados por parte de grupos terroristas para convertirlas en esclavas sexuales, en otros no pueden conducir coches… Definitivamente queda mucho por hacer.
A riesgo de parecer desde el mundo desarrollado como paternalistas o poseedores de la verdad única, creo que se debería continuar en el empeño de exportar, mediante la educación y la cooperación internacional franca entre iguales, los valores de la igualdad y la colaboración entre sexos siempre respetando tradiciones y usos propios de estas culturas que no lastimen su acervo cultural.
Pero también aquí queda mucho por hacer. Violencia de género o machista, desequilibrios salariales, mujeres de entre 25 y 45 malas candidatas para trabajar, acoso en el puesto de trabajo, trata de blancas…
Tampoco ayuda el intento de igualar al hombre adquiriendo sus hábitos más perjudiciales, léase tabaquismo, promiscuidad, alcoholismo, etc. En el caso de las jóvenes: alcoholismo de fin de semana, sexo precoz, bullying, sexting… Quizá todo ello para intentar mitigar el vacío existencial propio de la edad y propio también de una sociedad hedonista y de búsqueda de recompensas inmediatas, aunque efímeras y subyugadoras, y todo ello con el mínimo compromiso posible. Una juventud ciertamente malgastada, sin valores de referencia, perdida en algún lugar de estos tiempos que son de cambio.
Así mismo, el cuestionamiento permanente de las instituciones familiares tradicionales, pero no por ello menos necesarias está produciendo una intensa desestabilización social sin precedentes, con cambios en los modelos de relaciones sociales entre los sexos. La familia, con su papel único de promotora del buen desarrollo de nuestros jóvenes, está en crisis, no está de moda, y se promueven nuevas formas de convivencia y de relación entre sexos que por su novedad aún deben ser validadas como correctas y adecuadas para el correcto desarrollo social humano; tanto de mujeres como de hombres.
Resaltando conscientemente el lado negativo del estado de la mujer, no se puede obviar también una vertiente positiva de avances significativos en el desarrollo de sus derechos, especialmente desde las últimas décadas del siglo pasado.
A todos nos queda mucho por hacer, seamos mujer u hombre. Sigamos pues en el camino.