(Blog) Un poco de magia, por favor
Hace cuatro años y medio fui madre de un niño maravilloso. Y durante todo este tiempo no he dejado de dar las gracias por este regalo que la vida me ha concedido.
Escrito por: Sandra Miguel
Ahora que empieza la Navidad veo en sus ojos llenos de inocencia la necesidad, que creo que todos tenemos, de creer en la magia. La realidad del mundo de los adultos, muchas veces acostumbra a ser gris y pesada. En cambio, los ojos de los niños, con su filtro de ilusión, ven la magia de la vida allá donde miran. Cualquier hecho cotidiano despierta su curiosidad científica y las preguntas para entender el mundo son cada vez más precisas.
Estas fiestas, como hace ya más de cuatro años, intentaré vivirlas con una mirada de niño. Hay mucho por comprar, por cocinar y preparar. Todo está lleno de atascos y prisas, pero… Es Navidad. Tiempo de familia, de conversaciones en la mesa, de abrazos y anécdotas repetidas año tras año.
El mundo no es perfecto, ni nosotros tampoco; siempre hay desgracias e injusticias, pobreza, guerras, enfermedades. Aun así, todavía quedan momentos plenos, intensos, pequeñas migas de felicidad a las que todos debemos aferrarnos. Por eso intento disfrutar de la magia compartiéndola con los míos, sobre todo cuando veo cómo brillan los ojos de mi hijo cuando piensa en los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos. Sin saber que el regalo más especial que recibiré yo será su sonrisa al abrirlos.
Mi deseo para esta Navidad es que todo el mundo tenga un minuto de su tiempo para encontrarse con su niño o niña interior. Que podamos conectarnos y sentir alegría sólo por el hecho de estar vivos. ¡Feliz Navidad a todos!