(Blog) Mi pequeño homenaje al Día de la Mujer
Ojalá hubiera entrado antes a escribir al bloc, ahí va mi pequeño homenaje al Día de la Mujer. ¿Quién me iba a decir a mí que el destino o la casualidad, me harían trabajar rodeada de mujeres que parecen normales pero que en realidad son extraordinarias, fuera de lo normal…
Escrito por: Montse Sánchez
En realidad son Musas, hadas, magas, ninfas, sirenas, hechiceras, hacen magia con todo lo que quieran e inundan el local con una gracia que a mí me encanta y me hace trabajar subida encima de una nube, y así recorro los pasillos, los despachos, levito ingrávida en mi silla en la recepción…. Quizás no lo entendáis, porque no sabéis como son. Así veo yo a las chicas de Sant Martí:
- Los ojos más exóticos, dos profundas gotas del océano más paradisíaco que he visto y esa forma tan graciosa de hablar…
- La simpatía y la ocurrencia personificada y su particular destreza para ser siempre auténtica…
- La infinita paciencia con los usuarios y la mirada azul más llena…
- Y qué decir de unas de las pequeñitas… Estoy deseando que sea jueves para darle un súper abrazo. La ternura más bonita, la espontaneidad en forma de sonrisa y la luz más intensa, deja huella allí por donde pasa, como la estela de un cometa.
- La voz más calmada, la sutileza y la fuerza de una princesa guerrera.
- La transparencia más absoluta, la mirada más limpia, la cordura y la locura más divertida que he conocido nunca.
- Esta sí que es una maga y alquimista de verdad, convierte su aparente fragilidad en responsabilidad, la silenciosa y elegante forma de saber estar, “muy buen saber estar”, parece que ha recibido la mejor educación en un colegio de pago, de esos caros…
- Hay otra que es un poco mona, a medio camino entre “estatus del trato por ser de las pequeñas” y Diosa del Olimpo. La belleza más perfecta, la boca o la lengua más directa, aunque quiera, nunca me puedo enfadar con ella…
- Una es muy nueva, pero apunta maneras, con su simpatía, su sonrisa y buen carácter….
- La sensualidad de los ojos negros, más brillantes, vivos, con rasgos árabes, siempre me la imagino vestida de zíngara y a la hora de la comida siempre la chincho con que me haga un baile, es divertido escuchar cómo me contesta, aún no sabe si es verdad o es broma lo que digo…
- Y la “niña”, “la niña de mis ojos”, es tan fácil quererla, protegerla, cuidarla y mimarla… No hay ser humano que se resista a no comérsela, es tan bonita por dentro y por fuera… El día que yo me vaya, no me moriré sin ella, estaré contenta de tenerla siempre cerca, tengo mil fotos, mil recuerdos, mil risas que me acompañarán siempre donde esté ella. La cogeré de la mano y la apretaré tan fuerte que no nos podremos soltar ni separar jamás, siempre a tu lado, siempre…
¿Pero quién quiere musas de carne y hueso, quién quiere sirenas con dos piernas? Todo el mundo, pero sólo yo las tengo…