(Blog) El Día Contra el Acoso Escolar
Es curioso cómo somos de pequeños y cómo somos de mayores. De mayores los artistas, los poetas, los cantantes se afanan en destacar por ser "únicos, originales, diferentes", hacer algo que nadie haya hecho antes, algo fresco e innovador. Pero de pequeños, amigos míos, esto cambia y mucho...
Escrito por: Montse Sánchez
De pequeñitos, sufrimos todo tipo de burlas, insultos, marginalidades y discriminaciones. Todo empieza por la presión social que te imponen de que tenemos que ser "perfectos", no podemos tener una tara de fábrica, ahí ya empiezan muchos de los problemas; todos tenemos que ser simétricos, dos ojos, dos brazos, dos piernas, dos manos con sus diez dedos y no hablemos de los cánones impuestos de belleza y el "único modelo de pareja" (hombre-mujer).
Si no estás dentro de esos criterios que la sociedad ha impuesto como normales, prepárate para ser acribillado con todo tipo de insultos ofensivos, para ser el blanco perfecto cuyo dardo irá a parar directamente a la diana, al centro de la autoestima, que te irá dejando cada vez más derrotado, más a ras del suelo, no siendo aceptado, por ser "el raro, el cojo, el maricón, la gorda, la empollona o el cuatro ojos".
Y no hablemos de las fantásticas redes sociales, que contribuyen a reforzar situaciones de discriminación a través de "malotes" que se esconden detrás de una pantalla y se sienten poderosos cuando marginan, ridiculizan y se ríen de los aparentemente más "débil”.
Pero lo peor no es el colegio, sólo es el reflejo de lo que se vive en casa. Ésa educación recibida, de la que hablé antes, hace que los comparen con el resto de hijos, compañeros, primos, y no se dan cuenta que lo que consiguen es que ese niño se sienta más solo, más desprotegido y menos querido...
Quería hacer un llamamiento a todos los padres para que apoyen a sus hijos y refuercen sus habilidades, capacidades más allá del estándar, del fútbol los chicos y las chicas súper guapas modelos de pasarela. Que apoyen y que ayuden a convertir a ese patito feo, con su esfuerzo, cariño y amor: amigos, docentes y demás profesionales lograrán conseguir ser un ejemplo de superación y que cuando se convierta en cisne, dejará atrás todo el dolor y caerá en el olvido, todo lo que sufrió para llegar hasta aquí, para ser un cisne majestuoso, orgulloso de sí mismo...