(Blog) ¿Por qué nos cuesta tanto el amor?
Sigo sobre la idea del destino, últimamente sigo reencontrándome, coincidiendo con gente que conocí hace tiempo y somos como las luces de los barcos que se encuentran en la niebla, a veces solemos hacerlo en la luz y el bullicio de todos los bares, o en los destellos de las luces de neón de esta gran ciudad.
Escrito por: Montserrat Sánchez
Es curioso cómo nos relacionamos y lo relativo que es el tiempo, la velocidad y la paciencia para cada uno de nosotros dependiendo de lo mucho o poco que nos guste la otra persona...
Lo cobardes o valientes que seremos, o dar por hecho que no gustamos a la otra persona, porque ni en tus mejores sueños te imaginabas que le gustabas, porque te han dado miles de calabazas o te van a tratar de una "flipada motivada" y luego cuando te lanzan señales quedas de tonta, (que no sé qué es peor) por no haberlas visto antes y vuelta a empezar con la empanada mental y las señales del cielo, del viento de Fito y de Amaral...
Y es por eso que a veces lo queremos todo muy rápido, la velocidad y la intensidad va "in crescendo", llegando así a electrocutarnos, mil voltios recorren nuestro cuerpo y nos deja los pelos “esturrufados”, en forma de estrella y nos deja un poco negros, chamuscados...
Otras veces buscamos una amiga que nos acompañe en este viaje, para contarle nuestras alegrías y nuestras penas, para partirnos de la risa, para no sentirnos solas en este baile. Otras veces nos encontramos con gente del pasado, de cuando tenías 30 años, que nos hacen llorar como desconsolados, recordando la canción de Karina de “Cualquier tiempo pasado fue mejor”...
Y en medio de toda esta gente, se vislumbra una luz, un rayo de esperanza, unos ojos, una mirada transparente y clara que te da una bofetada y te dice "espabila" y vive la vida, que el tiempo de llorar ya ha pasado, ha terminado…
¿Por qué nos cuesta tanto el amor? La verdad es que da igual, nunca cejamos en el empeño de ganar la batalla del corazón...