(Blog) El guión de una sonrisa
Amanece cada día y aparece desde el horizonte una sonrisa. Los ingleses le llaman sunrise.
Escrito por: Ángel Muñoz
Qué bonita palabra, qué bonita es su solución final en nuestros rostros. La sonrisa está cargada de energía, llena de múltiples herramientas que se transmiten, para el desenfreno que hoy en día se vive en nuestra sociedad.
La sonrisa nos hace que pensar en una comunicación mágica entre el emisor y el receptor. Psicológicamente es un arma limpia de egoísmos y es a su vez honesta, sincera que te atribuye tu verdadero estado de ánimo.
“Con una sonrisa se va a todas partes”, mostrándote y demostrándote cara a los demás tus verdaderas intenciones. Es una ayuda a la cual todos estamos preparados para recibirla, se contagia.
Es “el buen rollo” que hace de esta aptitud humana que se genere una empatía especial con los demás. De tipo educacional, la sonrisa tiene mucho que ver con el carácter de las personas. De ahí que seamos más o menos definidos como simpáticos o simpáticas.
Sin mordazas, sin riesgo al qué dirán, la sonrisa tendría que ser asignatura obligada para todas las personas y gentes de bien. Viviríamos en un mundo más feliz, lleno de valores humanos, reconciliadores y alejados de las tristezas que nos encontramos a diario en los rostros de los demás.
La sonrisa como pasaporte, como documento de identidad… Nos abrirá todas aquellas puertas que por nuestro talante tenemos cerradas. La sonrisa será por lo tanto el resultado de un trabajo interno y personal para nuestro bienestar, para la cual influye en nosotros la motivación la tranquilidad y la calma. Es decir: “la felicidad” con letras mayúsculas. Esta, la felicidad, nunca es plena, tal y como nosotros la queremos; debemos de ser conformistas y aceptarnos tal y como somos, conocernos y adaptarnos al medio.
No podemos evitar que el mundo gire, por lo tanto pensemos que cada día habrá un nuevo amanecer, una nueva sonrisa.