(Blog) ¿Cosa del destino?
Vienen días tiernos, se acercan dulces y se convierten también en lágrimas de amor. No dejaba de pensar en ti, y entonces el amor iba cayendo cada día peor. Era el lío de un mar de dudas y despropósitos sin nada de gracia. Era una isla desierta de sentimientos, de emociones.
Escrito por: Maria Dolors Artigas
Miro adelante y no veo nada claro, todo está desfigurado, en el fondo te echo de menos. Y a pesar de esto, no hay marcha atrás, qué desesperanza más grande, ya verás. Una bonita historia, una historia de amor se rompe por el medio, no tiene solución. La tristeza se apodera de mi corazón, no quieres tener nada a ver a raíz de esto. Y yo, no tengo manera de mejorar, me hundo cuando tú más te alejas. Escribo y pienso que quizás esparzo el mal de este luto tan doloroso. Y también me digo, ¡pide perdón!
Ni siquiera esta idea es buena porque no hay nada a perdonar, solo hay que ser civilizado.
Ojalá te des cuenta que nuestra pareja puede identificarse con la amistad, una amistad de verdad porque nos conocemos tan profundamente que no hay amor más auténtico.
Eso sí es una buena salida, es la verdad de una buena relación.
Es momento de tomar decisiones, se acerca la Navidad y me gustaría hacerte unas felicitaciones.
Por fin me has oído, ¿ha sido cosa del destino? Tengo noticias tuyas y es que tú mismo me has escrito. Ahora estoy ilusionada, este sábado tenemos un café a compartir.
Me he levantado diferente, liberada de una presión, de una tristeza inmersa muy adentro de mi cuerpo. Y el caso es que ya no sé que pensar. Puede ser que por un lado quiero continuar con esta relación amigablemente o si tanto sufrimiento es por ti como amante, que se llama amor.
Solo me queda esperar, esta semana será muy larga, mejor entretenerme haciendo cositas que desvíen la atención y encontrarme con él sin ideas prefijadas. Que la vida diga donde estamos y donde queremos ir a parar.
Cómo nos gustaba decir a nosotros ‘Carpe Diem’, es un término muy mindfulness, una actividad que practicábamos ambos.
Ya está, hasta aquí las elucubraciones, hasta aquí este escrito, es tiempo de finalizar esta disertación, no os avanzaré el desenlace, pues prefiero dejar el listón muy alto.