Esta web utiliza cookies propias y de terceros para obtener información de sus hábitos de búsqueda e intentar mejorar la calidad de nuestros servicios y de la navegación por nuestra web. Si está de acuerdo haga clic en ACEPTAR o siga navegando.

Aceptar cookies

(Blog) La importancia de la coherencia (interna y externa)

tolerancePersonalmente, y más allá de la bondad, una de las virtudes que más espero y admiro de otras personas es la coherencia. Y antes de tratar de desarrollar este pensamiento, dejaré clara una cosa que considero prácticamente un axioma: no pido de otros aquello que yo no ofrezco o no puedo ofrecer; otra cosa me parecería del todo injusta.

Escrito por: Marta Abad

¿Qué entiendo yo, pues, por coherencia para qué sea tan relevante para mí? “Simplemente” que la gente actúe en base a sus valores y creencias y de manera transversal en sus vidas. Y sí, las comillas del término “simplemente” son importantes dado que, sin ningún tipo de duda, ser coherente es muy complicado dado que requiere conocerse a una misma, de honestidad interna y externa, de firmeza, de carencia de miedo ante la opinión de los otros, de carencia de oportunismo, etc. Es importante aclarar en este punto que ser coherente no implica no cambiar, no evolucionar, dado que, evidentemente, la vida y las circunstancias que nos vayamos encontrando nos obligan a transformarnos; esto es lícito e, incluso, necesario.

Ahora bien, ¿cuántas veces decimos una cosa y hacemos otra completamente diferente por miedo a las consecuencias o para sacar un provecho egoísta? ¿Tan grave es pensar y actuar de manera diferente a la media de quienes nos rodean siempre y cuando seamos respetuosas y tolerantes con ellos? Todos queremos sentirnos parte del grupo, pero personalmente pienso que no tendríamos que renunciar a nuestros valores y creencias o amargarnos para ser aceptados. No hay mejor aceptación que aquella que proviene del respeto por la diferencia. En estas situaciones es cuando realmente encontramos personas que estiman nuestra esencia.

Trataré de ejemplificar esto con una situación que nos puede resultar cotidiana. Quizás me siento afín a un partido político diferente al de mi familia, amistades, barrio... ¿por qué tengo que callar y no explicitarlo si se da en una conversación con uno de estos círculos (respetando la opinión de los otros y desde la tranquilidad)? O, igualmente, si tengo algún tipo de sentimiento espiritual/religioso, ¿por qué tengo que esconder esta faceta de mi vida si es capital para mí? ¿Por el único motivo que no “está de moda”? Compartir y expresar no es sinónimo de tratar de convencer o de hacer proselitismo. No confundamos. No podemos permitir que la tolerancia de las ideas y creencias sea parcial; tenemos derecho a pensar y sentir a nuestra manera siempre y cuando esta no sea contraria al bien de todos.

También creo que la coherencia nos permite ser más justos. ¿Por qué motivo? Como apuntaba más arriba, creo firmemente que no tenemos derecho a pedir aquello que no ofrezcamos, con lo cual, nuestros deseos o exigencias tienen que estar alineados (en otras palabras: ser coherentes) con nuestros actos. Otro ejemplo cotidiano aquí: ¿tenemos derecho a pedir que no nos hagan esperar cuando quedamos con algún amigo o conocido cuando nosotros somos impuntuales en muchas ocasiones?

Por otro lado, también considero que la coherencia nos aporta equilibrio y un tipo de línea base para andar sin sentirnos perdidos. Para conseguirlo, un primer paso, como con otras tantas cosas en la vida, es tener un conocimiento profundo de nuestro corazón y haber reflexionado profundamente sobre cómo de cómodas estamos con los valores que vehiculan nuestro camino. Una vez cumplida esta tarea, tenemos que estar muy conectadas con nosotras mismas en el día a día, de este modo podemos sentir cierta falta de confort cuando no estamos siendo coherentes con nosotras mismas. Cada cual puede vivir esta disonancia de diferentes maneras: nerviosismo, rabia, ira, ansiedad, dificultades para dormir... Difícilmente la incoherencia no tendrá ninguna consecuencia en nuestras vidas.

Sospecho, además, que la coherencia (una vez revisados nuestros valores y creencias) con nuestra esencia es un tipo de brújula hacia la felicidad. Imaginamos, por ejemplo, el momento en que un joven tiene que decidir sus estudios, qué mejor consejo que seguir aquello que su corazón y mente le marcan más allá de tradiciones familiares o presiones del entorno.

A pesar de que sé que mi elección a favor de la coherencia requiere revisar casi diariamente mis actos, no se me ocurre otra mejor manera de recorrer mi camino. ¿Cuál es el valor que guía tus pasos?

¿Dónde estamos?

c/ Bac de Roda, 149
T. 93 303 50 97


Avinguda Josep
Tarradellas, 19-21
T. 93 289 24 30


c/ Indústria, 50
T. 93 210 24 19

Contacto

Oficinas Centrales
T. 93 452 04 67


Horario de atención
L-J 8.00-13.00h y 14.00-17.00h
V: 8.00-14.00h
Clubs Sociales de L a V de 14.30 a 19.30h


joia@fundaciojoia.org

delegacioprotecciodades@fundaciojoia.org