(Blog) Día Mundial para la Prevención del Suicidio
Cada 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y tiene como meta crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo. El lema de este año es “Crear esperanza a través de la acción”, y refleja la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente de salud pública.
Escrito por: Pedro Villena
Se estima que cada año se suicidan en todo el mundo cerca de 700.000 personas, y muchas más en tentativas. Las razones que impulsan a una persona a quitarse la vida son múltiples y muy diversas; enumerarlas sería casi imposible: soledad, tristeza, trastornos mentales, traumas, abusos, pérdidas económicas, laborales, personales, sentimentales, barreras para acceder a la atención médica, rechazo. Por no mencionar una pandemia de Covid que aún colea y que no ha hecho más que empeorar la salud mental de numerosísimas personas en todo el globo.
El suicidio es una salida drástica y definitiva a uno o varios problemas que sufre una persona, y para esa persona todo acaba, pero no para todas las personas que conviven a su alrededor, ya que los efectos que produce dicho hecho en las familias, amigos o conocidos, perduran en el tiempo a veces de forma indefinida.
El dolor, la culpa, el remordimiento de las personas que han perdido a alguien cercano debido a un suicidio puede llegar a ser extremo. Todos aquellos que quedan atrás vivos, vivirán atormentados por la sensación de que quizás podían haber hecho algo más para evitar que esa persona se quitase la vida. Es por eso que hay que crear conciencia sobre la prevención del suicidio en todo el mundo.
Y es que a veces la vida nos pone a todos en situaciones tan desesperadas e insalvables, que en ocasiones piensas que ya no puedes más, y que la única salida que encuentras para acabar con el sufrimiento sea poner fin voluntariamente a la vida.
Son necesarios más recursos, más atención, más medios, más pedagogía, más colaboración entre todos, para intentar captar aquellos casos potenciales de acabar en suicidio. Estar atentos a las señales que transmiten esas personas que lo están pasando mal a nuestro alrededor, para evitar que lleguen, como he dicho, a una salida equivocada y definitiva. Aun así, no siempre se logrará llegar a tiempo y evitar ese triste final. El estigma social y la falta de conciencia siguen siendo las principales barreras para la búsqueda de ayuda contra el suicidio.