(Blog) Por más historias de superación
El 4 de febrero se celebra el Día Internacional contra el Cáncer. Como todos los días internacionales de una cosa u otra, supongo que se ha hecho con la idea de concienciar sobre esta enfermedad en concreto, para recordarnos a todos que esta dolencia existe, para visualizarla en una sociedad acostumbrada a mirar en otra dirección cuando algo no nos gusta, o nos asusta, y de la cual, sólo nos acordamos cuando nos toca en primera persona.
Escrito por: Pedro Villena
Estoy convencido que la mayoría de las personas conocen a alguien que ha padecido o tiene dicha enfermedad. Todos tenemos constancia de algún caso en el que personas allegadas a nosotros han pasado por este trance; familiares, amigos, vecinos, conocidos…, la lista puede ser larga. Existen muchos tipos distintos de cáncer, y pueden afectar a una inmensa variedad de órganos. Pueden ser más fáciles o difíciles de detectar, más extendidos o localizados en una zona en concreto; más agresivos o algo más benévolos con nuestro organismo. Sea como fuere, es una enfermedad muy extendida por el mundo y puede afectar a cualquier colectivo humano. Esta dolencia no entiende de edad, sexo, cultura o cualquier otra etiqueta creada para clasificar a las personas.
A pesar de ser una enfermedad ampliamente extendida, aún no se conoce una cura para todos y cada uno de los diferentes tipos de cáncer. Es cierto que se han realizado importantes avances en el diagnóstico, tratamiento y recuperación de muchos de estos tipos, pero una cura per se, está todavía lejos de obtenerse.
No obstante, gracias a las investigaciones efectuadas, se han encontrado nuevos métodos paliativos, y la investigación avanza hacia un tratamiento personalizado a cada paciente en concreto, lo cual repercutirá en beneficio del afectado por esta enfermedad. Pero requiere tiempo de estudio el encontrar una cura global, por eso también se trabaja en el diagnóstico anticipado, en crear nuevas tecnologías que puedan detectar antes el crecimiento de las células cancerígenas, en prevenir antes del surgimiento de la enfermedad o en los primeros compases de la misma. Y todo ello combinado con políticas de información, prevención, diagnóstico precoz y campañas de concienciación.
Pero sin dejar de lado, ni mucho menos, el lado humano de la enfermedad. Y es que el acompañamiento y el afecto de las personas que se encuentran alrededor de una persona con cáncer, son esenciales en la recuperación. Y el creer en uno mismo, en que se puede salir de esto, que vamos a vencer la enfermedad, y que con coraje, con lucha, es posible la recuperación. Son muchísimos los relatos de personas que nos sorprenden por su determinación, por sus historias de superación, por su fuerza, por su valentía y sus ganas de vivir.
A todas y cada una de las personas que han visto su vida afectada por este mal, un fuerte abrazo, los mejores deseos y fuerza.
Va por ellas y ellos.