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Recuerdo lo que leí i vi sobre Bedlam, el primer psiquiátrico, famoso por el trato salvaje que daban a las personas reclusas. Y también recuerdo el tema del que fue mi primer blog, sobra la eutanasia practicada en la Alemania nazi.
Me he llevado una sorpresa de aúpa. Me acerqué a la película Lilith, de 1964 y rodada en blanco y negro, por la confianza en un director que me sonaba a añejo (Robert Rossen) tratando un tema como la locura.
El escritor irlandés James Joyce es un mito de la literatura del siglo XX. Considerado uno de los grandes escritores de esa época junto a Proust, Kafka y Faulkner, Joyce es recordado por su novela Ulises: un texto largo y muy exigente para el lector que pocos llegan a terminar.
La película La caza es un exponente de ese cine nórdico en el límite de las relaciones humanas en sociedad. La película nos muestra a un hombre que ha ido rehaciendo su vida a través de un nuevo empleo en una guardería y la próxima recuperación de la tutela de su hijo tras un divorcio traumático.
La película Bárbara nos sitúa en los años ochenta en la República Democrática Alemana. Una doctora ha pedido autorización para marcharse definitivamente a Occidente. Como castigo, las autoridades la envían a un pequeño hospital de provincia y siguen sus pasos.
En 2012 se recetaron en Catalunya más de 15 millones de recetas de fármacos antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos y sedantes. Han aumentado un 20% en la última década.
Llega el verano, al menos teóricamente, y podemos empezar a hacer balance del curso que termina. Y también podemos pensar cómo pasarlo bien hasta septiembre.
Ayer hablábamos en una tertulia sobre salud mental del voluntariado que hacen muchas personas con problemas mentales. Hablamos positivamente. Muchas personas que se encuentran en el paro o cobramos una pensión necesitamos sentirnos productivos y útiles. Y el voluntariado es una salida. Pero no todo son flores y violas.